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La seguridad y la vigilancia son dos temáticas en auge. La existencia en los hogares de objetos de valor como aparatos electrónicos o joyas supone una tentación para aquellos amantes de lo ajeno, que requiere de protección. Los cursos de seguridad y vigilancia son la herramienta con la que cualquier trabajador podrá formar parte de un sector que trata de proteger la integridad de las personas y de su patrimonio. La formación que puede ser bonificada hasta un 100% constituye una oportunidad para aquellos que quieran adquirir conocimientos en vigilancia privada, en el mantenimiento e instalación de sistemas de seguridad, o en la vigilancia de centros portuarios entre otras especialidades.
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La formación es requisito indispensable para poder ejercer como vigilante de seguridad. Más concretamente se requiere finalizar un curso de seguridad y vigilancia con vistas a prepararse para superar las pruebas físicas y teóricas establecidas por la secretaría de estado para obtener la TIP (tarjeta de identificación profesional). Una vez conseguida ésta solo se requerirá de la inscripción como vigilante de seguridad en el registro de nacional de seguridad privada. La formación con la que preparar al trabajador para superar esas pruebas podrá ser bonificada hasta un 100% siendo por tanto una oportunidad laboral excelente para acceder a ser vigilante de seguridad tras conseguir la acreditación mencionada.
La seguridad privada tiene un objetivo claro que es preservar a través de la vigilancia la integridad de las personas y de su patrimonio. Al contrario que la seguridad pública, estas medidas debe realizarse con ánimo de lucro y requerirá de habilidades adquiridas en cursos de seguridad y vigilancia para evitar cualquier peligro o riesgo contra las personas o el patrimonio de los contratantes. Los cursos, que pueden ser bonificados hasta un 100% desarrollarán en los alumnos estas habilidades que precisa el trabajo de vigilante privado, así como el conocimiento de toda la normativa que regula toda esta actividad laboral.